viernes, 25 de marzo de 2011

SUERTE CONTRA CIENCIA


En 1870, Mark Twain publicaría un pequeño cuento titulado "Science vs. Luck". Narra la historia de un grupo de jóvenes que es arrestado por apostar dinero en un juego de cartas. Dado que el delito era apostar en un juego aleatorio, el abogado defensor trató de ganar el caso mediante el argumento de que ganar en dicho juego no era propiamente una cuestión suerte, sino de talento. Ganar por talento no es ilegal, sino no existiría el baseball. En la corte, la mitad del jurado consideraba dicho juego un ejercicio del azar, mientras que la otra mitad creía que ganar era cuestión de habilidad. A sugerencia del abogado, los 12 miembros del jurado se dividieron en dos grupos, según sus creencias: suerte contra ciencia. Se les dieron barajas de cartas y los dejaron jugar para comprobar quién tenía la razón. Al poco rato, todos los que habían declarado que se trataba de un juego de habilidad, ganaron el dinero del resto.

Con esta pequeño cuento que aparecería hace más de 140 años en una publicación que ya no existe (The Galaxy), nació un debate que hoy en día no ha sido solucionado y que implica muchísimo dinero para los empresarios norteamericanos: ¿es el poker un juego de suerte o de habilidad? Aunque la pregunta parezca trivial, la definición podría valer millones. Un juego de suerte tiene una legislación muy distinta a la de los juegos comúnmente descritos como de habilidad. Recientemente, los casinos en línea perdieron la oportunidad de cobrar a sus clientes con tarjeta de crédito, bajo el alegato de que los juegos de azar ya no podrán utilizar dicha forma de cobro. De esta manera, se volvió crucial determinar el factor que decide quién gana en el poker. De inmediato, comenzaron a aparecer cientos de ensayos de periodistas, jugadores y hasta economistas. Sin embargo, una opinión no tiene validez en un jurado, se necesitaba algo científicamente sólido. Así que no es de extrañar que la estadística haya sido invitada a la discusión, a fin de establecer de una vez por todas quién tiene la razón. 

  
Numerosos estudios se han realizado del tema. Ryne Sherman trabajó el problema a través del método ANOVA (Análisis de Varianza), muy común en estudios clínicos. Sus conclusiones indican que el poker sería un 30% habilidad y un 70% suerte. En comparación un análisis similar realizado al golpeo en el béisbol demostró que es 39% habilidad. Para los puntos anotados en el baloncesto, el factor habilidad es del 75%.

Otro análisis importante fue patrocinado por el sitio web Pokerstars. Lamentablemente, no fue realizado por especialistas en estadística, lo que perjudicó su credibilidad ante el jurado. Sin embargo, los resultados fueron bastante interesantes. 103,273,484 manos de poker jugadas durante diciembre de 2008 fueron analizadas para determinar los factores que llevaban al triunfo. Tres cuartas partes (75%) de los juegos fueron ganados sin mostrar las cartas, es decir, el ganador se llevó el dinero simplemente porque el resto de los jugadores se retiró ante su apuesta. Aún mejor, la mitad de las veces en que se mostraban las cartas, el jugador con la mejor mano, que debía ganar debido a la suerte, ya se había retirado.

Es triste que no se haya hecho un análisis estadístico serio, tomando una muestra representativa y con análisis más avanzados. Sin embargo, los resultados parecen apuntar a la conclusión de que en un juego de poker hay mucho menos suerte involucrada de lo que nos han hecho creer. 

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